domingo, 4 de marzo de 2012

Learning to fall

Volver a las calles
Sin complicaciones y un ''quiero cambiar ya las zapatillas'', la frase que siempre se repite antes de salir de casa y justo en ese momento que ves la carretera y el sol dándote de frente, y el asfalto, no demasiado bien y los coches que pasan y te decides y saltas, y notas como cada vez la suela de tu pie izquierdo se desgasta más y más y sonríes por inercia.
Y ves a la gente pasar y como miran, pasas mordiéndote la lengua, riéndote de que son todos iguales.
Llegas. Y subes, te dejas llevar, giras la cabeza y sonríes. Tienes ganas.
Te montas y esquivas a la gente, motivación bestial.
Y caes y te duele, flipas si duele, pero te levantas con la cabeza bien alta y un resquicio de frustración pero no paras. ¿Te gustó mi caída? Pues más te va a gustar ver como me levanto.
No pienso agachar la cabeza por más que tus mensajes subliminales lo ordenen, hago lo que quiero, cuando quiero y sobretodo porque me dijeron que no podía hacerlo. Y tenlo claro, siempre va a ser así.
No cambio de la noche a la mañana, no soy copia de nadie, pero a ti no te tengo que dar explicaciones de nada. Vive tu vida y deja vivir; es una buena lección.