Tu vida son mis instantes
Cuélate entre la gente en ese invierno que no avisa.
Búscame. Encuentra tus salidas en mis principios. Encuéntrame.
Estate alerta. Atento a mis movimientos. Voy a impresionarte.
Y ahora, aunque te parezca extraño, quiero devorarte. Voy a devorarte.
Me miras. Te miro. Me guiñas un ojo. Qué cabrón eres.
Joder, como me gustas.
Me convierto en el humo que expulsas, de camino a tus pulmones. No más. Solo pulmones.
Tu piel. Lo sé por que te acercas y me rozas. Está suave. Bueno no, es áspera; como tú voz.
Malos hábitos, seguro.
Me da igual. Quiero besarte. Acércate de una puta vez. ¿Vienes o voy?
Venga a la de tres. No puedo. Miedo.
Otra vez.
Me miras y suspiras; no voy a respirar el aire que contienen tus labios, no aun no. Es demasiado pronto para adentrarse en el trasfondo de ti. Espero; te traigo el don de la paciencia. Hago surf sobre las palabras que inventas y tu risa se convierte en el despertador del tiempo que pasa. Y besas. Me has besado. Espera. Te lo devuelvo. Increíble. Joder, como me gustas.
