miércoles, 15 de febrero de 2012

Secretos y silencios

Ayer traté de celebrar mi tristeza, hace tiempo que te echo de menos y que no sé de ti, hace mucho tiempo que esos buenos tiempos entre los dos pasaron. Quizá la memoria en estos casos es una enemiga mortal y la única forma de terminar con ella es de una partida a la ruleta rusa, dejando que el azar ordene nuestro destino.
El papel está arrugado y las lágrimas caen infelices entre notas de melancolía los días de lluvia encerrada entre lo literal y la literatura espesa de esos autores románticos que sin saberlo muy bien quieren ir más allás desordenando las leyes que te rigen
{...} y sin querer les haces caso
Te queda poco tiempo, un tiempo para el invierno nuclear en el que no hay nada más peligroso que pasarlo en soledad. Tengo las manos heladas y llenas de historias que con el tiempo se han ido acumulando en mi almohada y que desearía contarte, pero ahora... Es demasiado tarde.
Y me dan miedo esas paradas y esas entradas a lo desconocido*