Y es cierto que hay cosas de las que todavía dudo. Pero huir solo es una excusa más del miedo. Y bien cierto es que hay mil cosas que no me atrevo a decirte, ni si quiera mirándote. Ni si quiera en silencio... Y dicen que es fácil, que viviremos de los motivos que nos quedan, pero cuando no nos quede ni una sola excusa, ¿qué? Y la culpa es de los grandes soñadores, de los folios en blanco; todo el puto día idealizando. Y tanto que idealizas que acabas perdiéndote en tu propio sueño. Más bien en tu propia mentira.
Pero solo te diré algo, desde que te has ido los días son diferentes, hay sensaciones diferentes y se respira vacío en el silencio. Mis palabras solo saben echarte de menos y mis textos también. Y he de decirte también, que allí dónde estás solo sobras. Y aquí solo faltas. Faltas como... Ni si quiera eso tiene comparación.