miércoles, 15 de agosto de 2012

Desde el futuro

Sé de sobra que no tengo la continuidad de los grandes escritores, pero me dejo llevar por la inspiración de los días impares, de esos que parecen un domingo frío por la tarde.  En esos días que nos gusta imaginar lo que podría pasar si te invito a subir y cambiar el mundo, cambiar por esos planes que planeamos juntos a ras del mar y que están llenos de un sentimentalismo absurdo, absurdamente nuestro. Y dudas, y tus grandes dudas entrégamelas que te las cambio por mis deudas en la cama.
Pero subes, y los ojalá se los llevan mis malas intenciones y tu sonrisa a quemarropa. Joder, te echaba de menos en este pasillo. A oscuras. Dando la nota a suspiros. Pared-yo-tú. Y viceversa. Subamos rápido antes de que salgan las estrellas, para comernos antes que lo hagan ellas. Dime cuándo y sobre todo hasta dónde vamos a llegar. Que te tengo ganas. Así sin filosofía de vida, sin un ''quiero dormir contigo'', a loco para la loca por ti.
Hablando de amor, sin amar. Pero soñando, vivimos. Y esperando(te) he madurado, por los daños de los que no saben ni quieren, no los años sin la ausencia de ese no sé quién.
Y te prometo, así por prometer, que si subes nos pasaremos los próximos 100 años ahí arriba. Aun, sin volverte a ver.