lunes, 27 de agosto de 2012

Silence

Hace ya varias colillas que dejé de fumar y sigo sin imaginarme la vida después del último cigarro. Vacíos. Vacíos y silencios inquebrantables. Como a las tantas de la madrugada cuando solo nos oímos a nostros mismos. Y hablamos mejor de otros temas, sin compartirnos demasiado el uno al otro, sin abrir ni siquiera las piernas. Solo el roce que puede llegar a crear el cariño. No es por ti, y mucho menos por mi; es por el mundo que no ha dejado que nos encontremos. Y por suponer, espero que estés ahí fuera. Esperando con tu cigarro entre los labios y muerto de sed, porque vamos a bebernos hasta los bares más vacíos. Buscándonos de nuevo, pero ahora las ganas.
Después de tanto y tan poco,
sigues.
Seguimos ambos.
Esta es mi quinta cerveza y aun sigo cuerda, atándome a mis ideales mientras busco a un loco que desate estos nudos. Hablado de cervezas y ese ''sin ti'', como si alguna de las dos me gustasen. Como suponiendo que pudiera (re)inventarte, como si fuera fácil.
Hace tiempo que no inspiras y que la magia se ha marchado. Pura magia. Pura soledad. Hablando de más, y viviendo de menos. Delirando.


miércoles, 15 de agosto de 2012

Desde el futuro

Sé de sobra que no tengo la continuidad de los grandes escritores, pero me dejo llevar por la inspiración de los días impares, de esos que parecen un domingo frío por la tarde.  En esos días que nos gusta imaginar lo que podría pasar si te invito a subir y cambiar el mundo, cambiar por esos planes que planeamos juntos a ras del mar y que están llenos de un sentimentalismo absurdo, absurdamente nuestro. Y dudas, y tus grandes dudas entrégamelas que te las cambio por mis deudas en la cama.
Pero subes, y los ojalá se los llevan mis malas intenciones y tu sonrisa a quemarropa. Joder, te echaba de menos en este pasillo. A oscuras. Dando la nota a suspiros. Pared-yo-tú. Y viceversa. Subamos rápido antes de que salgan las estrellas, para comernos antes que lo hagan ellas. Dime cuándo y sobre todo hasta dónde vamos a llegar. Que te tengo ganas. Así sin filosofía de vida, sin un ''quiero dormir contigo'', a loco para la loca por ti.
Hablando de amor, sin amar. Pero soñando, vivimos. Y esperando(te) he madurado, por los daños de los que no saben ni quieren, no los años sin la ausencia de ese no sé quién.
Y te prometo, así por prometer, que si subes nos pasaremos los próximos 100 años ahí arriba. Aun, sin volverte a ver.

viernes, 3 de agosto de 2012

Espérate aquí,
me voy a quedar despierta con los ojos cerrados hasta que consiga oír tu respiración en el séptimo sueño. Y te prometo que cuando abras esos ojos, seguiré estando aquí. Que no me habré ido. Quizás tendrás que despertarme, o quizás no. (...)
Y es que ya no pienso cuando escribo, siempre de lo mismo, siempre la misma fantasía y siempre está por terminar. No hay un final, y espero que ni siquiera un para siempre, solo un hasta mañana porque como ya dije, te prometo estar aquí.
No sé dónde estás ni siquiera sé que es ese no se qué que busco de ese don nadie. Quizás eres tú, ese que no paraba de mirar hacia atrás y sonreía y que torció en la tercera esquina. O quizás al que todavía no me he cruzado.