sábado, 15 de diciembre de 2012

Without exit

Y ahora esta habitación es el único lugar del mundo donde no hace frío, donde estamos mi soledad y yo contándonos las penas. Dejando que el mundo siga su rumbo ahí fuera, sin preocuparse de nosotras. Y pensé que algún día me sería fácil salir de esta mierda, pero me equivocaba. Y no sabía cuanto.
Los días pasan y sigo sin darme cuenta cuanto estoy perdiendo.
Ni siquiera el reloj es capaz de meterme prisa.
Sus manecillas ya no se clavan como agujas, ahora ya no siento nada aparte de un gran vacío
Como una gran guerra, que se mantiene de puertas para adentro. Sin nadie que te entienda; o mejor dicho, nadie que esté dispuesto a ello
Hace tiempo que dejé de vivir para empezar a sobrevivir en este pequeño vaivén que no cesa de meter el puto puño en la llaga... Y es que no sé como salir de aquí. Está todo oscuro y la salida muy lejos como para querer ir a buscarla
Ni planes de futuro ni expectativas ni hostias. Nada
Tengo las manos sucias de escribir tanta mierda. Mi silencio está saturado de palabras de soledad que no saben por dónde salir... Lo único que me queda es esto