Estamos de vuelta. Sin trampas, sin copas de más y ropa de menos. Frente a frente. Miradas alternativas, ausentes o efímeras más bien. Pasajeros de este momento. Gobernando el lugar con el silencio al que nos estamos enfrentando.
Vuelves. He vuelto. Y seguimos estando aquí,
en un silencio en el que no cogen más palabras.
Suspiras. Suspiro. Puro aire.
Estamos sobreviviendo a esta soledad que no está tan sola.
Hemos sobrevivido a estas cuatro paredes,
escondien mentiras y lo tenazes que eran nuestras miradas. Otra vez; en silencio
Esta habitación contiene más palabras que toda la historia y más amor que lo que entienden por amar.
Sueños. Y el juego de los sueños cumplidos.
Creamos y rompimos lo que ahora contenemos entre los labios.
miércoles, 30 de mayo de 2012
domingo, 27 de mayo de 2012
Welcome
Seguirán pasando y tú seguirás siendo el mismo idiota que la dejó
marchar, dejó marchar la oportunidad; porque mientras tú la hacías
llorar, otro llegó y la hizo sentirse preciosa. No hablo de amor, hablo
de amar. De como a veces merece la pena besar el suelo para obtener
objetivos y leer el braille de su piel, colocar sus lunares en perfecto
orden y viajar hasta ellos oliendo su saliva.
jueves, 17 de mayo de 2012
Living
Un almacén de condiciones sin salida, con horarios, todos locos de atar, mientras que nosotros intentamos sobrevivir al recuerdo, pero aun más al olvido. Los puntos de sutura desaparecieron con el tiempo, (ese que nos cura los daños), el que está dispuesto a morderte la boca en señal de derrota y a guiñarte el ojo como segunda oportunidad.
Te fuerzan a vivir en la deriva, sin velas, sin puntos de apoyo ni coordenadas. Luego pasa, lo que tiene que pasar; pérdidas. De la cordura que nos quedaba para escribir este último renglón o lo suficiente como para desgastar bolígrafos, o la tinta como vía escape. Aturdidos nos dejaron, y solos nos encontraremos, cuerdos como los más locos nos encontraron al amanecer.
En la banda sonora hace tiempo que dejaron de oírse violines desafinados y el mar se los tragó, como un alcóholico su última copa.
Ahora sí, vamos a vivir, ¿te apuntas?
Te fuerzan a vivir en la deriva, sin velas, sin puntos de apoyo ni coordenadas. Luego pasa, lo que tiene que pasar; pérdidas. De la cordura que nos quedaba para escribir este último renglón o lo suficiente como para desgastar bolígrafos, o la tinta como vía escape. Aturdidos nos dejaron, y solos nos encontraremos, cuerdos como los más locos nos encontraron al amanecer.
En la banda sonora hace tiempo que dejaron de oírse violines desafinados y el mar se los tragó, como un alcóholico su última copa.
Ahora sí, vamos a vivir, ¿te apuntas?
miércoles, 16 de mayo de 2012
Ausencia
La sorpresa nos encontró por separado y sin nada que decir, con los labios apretados por la velocidad que habíamos cogido y sosteniendo más la mirada que otra cosa. Volvimos, como antes, para estar ahora. Separa-dos. Dos. Y ahora ninguno. Creímos en lo puesto, en las desilusiones y en eso de que los corazones bomba solo existen en las relojerías. Tic-tac. El tac ha quedado incompleto desde que abandonaste el juego y sin dos no hay juego. Las margaritas no se deshojan solas. Testigo de ti y cuídate.
lunes, 7 de mayo de 2012
(Por suponer supongo que hay cosas que no pueden evitarse y esta es una de ellas, vuelvo a las promesas que se fueron con el último mechero, Adiós. Y vuelvo a mis líneas de control.)
''Oler a tabaco en vez de a ti'' y tu nombre escrito en cada uno de los cigarrillos susurra el delito, vuelta al principio y rebobinando la cinta hasta volverle a dar al play, tu risa entra en mis oídos y se guarda como un acto reflejo y sonrío, joder. Sonríes. Y a veces matas por matar sin amor o con el, por el simple motivo de desclararlo a los seis o siete vientos,.
Y mataría por verte de nuevo y por la resaca del día de después.
La resaca con tus besos, no jodas.
Las almohadas esos días sobran y son más llevaderas las banderas rojas.
Los locos se vuelven cuerdos de madrugada y las copas de más es ropa de menos en la cama.
-
Volverán a llamarnos locos, y saldremos corriendo y el colchón nos multará por exceso de velocidad. El sol pedirá permiso para dar los buenos días que serán concedidos.
'Haced la guerra en la cama y el amor en todas partes.'
''Oler a tabaco en vez de a ti'' y tu nombre escrito en cada uno de los cigarrillos susurra el delito, vuelta al principio y rebobinando la cinta hasta volverle a dar al play, tu risa entra en mis oídos y se guarda como un acto reflejo y sonrío, joder. Sonríes. Y a veces matas por matar sin amor o con el, por el simple motivo de desclararlo a los seis o siete vientos,.
Y mataría por verte de nuevo y por la resaca del día de después.
La resaca con tus besos, no jodas.
Las almohadas esos días sobran y son más llevaderas las banderas rojas.
Los locos se vuelven cuerdos de madrugada y las copas de más es ropa de menos en la cama.
-
Volverán a llamarnos locos, y saldremos corriendo y el colchón nos multará por exceso de velocidad. El sol pedirá permiso para dar los buenos días que serán concedidos.
'Haced la guerra en la cama y el amor en todas partes.'
Fight
Soy adicta a las papeleras llenas de borradores que jamás serán publicados por ese latido de más o de menos que se da en cada tecla. Las pesadillas aumentan desde que vivo en estas cuatro paredes y los sueños se fueron con el invierno.
Se me fueron los motivos y no sé muy bien decirte si las dudas o las ganas, pero se esfumaron.
Todo lo que fueron risas quedaron bloqueadas y no se reactivarán hasta nuevo aviso, y la cronología deambula muerta entre los brindis. ¿Dónde han estado todo este tiempo los relojes y el tiempo? Lejos, por lo que me cuentan.
Prometí lo imposible y me está costando no hacerlo. Morderse los labios entre las líneas debería ser ya un acto cotidiano pero aun no estoy acostumbrada a sobrevivir viviendo los matices que diferencian mis pasos de los demás.
Dime, ¿luchas?
Se me fueron los motivos y no sé muy bien decirte si las dudas o las ganas, pero se esfumaron.
Todo lo que fueron risas quedaron bloqueadas y no se reactivarán hasta nuevo aviso, y la cronología deambula muerta entre los brindis. ¿Dónde han estado todo este tiempo los relojes y el tiempo? Lejos, por lo que me cuentan.
Prometí lo imposible y me está costando no hacerlo. Morderse los labios entre las líneas debería ser ya un acto cotidiano pero aun no estoy acostumbrada a sobrevivir viviendo los matices que diferencian mis pasos de los demás.
Dime, ¿luchas?
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